En la actualidad cuatro de cada cinco animales criados para consumo humano reciben antibióticos, independientemente de si están enfermos o no. Una de cada cinco vacas lecheras son estimuladas con hormonas para producir más leche. Lo anterior, ¿repercute en nuestra salud? La creciente evidencia de resistencia a los antibióticos debido al uso extremo de los mismos  en la alimentación animal – incluyendo las vacas lecheras – es cada vez más preocupante para las autoridades de salud, debido a la posibilidad de efectos negativos a largo plazo.

Esta situación es alarmante, sin embargo el consumo de proteínas es fundamental en una dieta saludable, entonces ¿qué hacer? Una alternativa son los productos de Isagenix, los cuales  proporcionan proteína de suero de leche proveniente granjas, donde el uso de hormonas y antibióticos no está permitido, a menos que algún animal esté enfermo.

  • Antibióticos
    Los antibióticos han desempeñado un papel importante para la protección de la salud de los humanos desde la década de 1940, sin embargo su uso desmedido en la industria de los alimentos de origen animal pone en peligro su eficacia y la salud de los consumidores de carne y productos lácteos. Después de comprobar la eficacia de los antibióticos para aumentar de peso y tamaño a los animales su uso se ha generalizado. Ahora en lugar de administrar antibióticos sólo para tratar a los animales enfermos, los agricultores los utilizan para elevar su producción e ingresos económicos, sin pensar remotamente en la salud de los consumidores.En las granjas industriales los antibióticos no sólo se utilizan para hacer que los animales crezcan más, sino para compensar las condiciones insalubres en la que se crían (1).
    Estos lugares son un paraíso para los gérmenes, bacterias, virus e innumerables enfermedades. Los animales viven en un estrecho confinamiento de pie o acostados sobre su propio excremento. Estas condiciones mantienen al ganado bajo un estrés continuo, lo cual puede debilitar su sistema inmunológico y hacerlos vulnerables a alguna infección.Un informe del año 2009 de la FDA estima que el 80% de los antibióticos consumidos en el país (EU) son usados para la crianza, lo que significa que sólo el  20% de los antibióticos se utilizan realmente para el tratamiento de las infecciones en los seres humanos (2). El resultado es que las bacterias de las granjas industriales eventualmente se hagan resistentes a los antibióticos que estaban diseñados para contrarrestarlas, estas bacterias más fuertes pueden ser transmitidas a los humanos a través de los alimentos, el medio ambiente (aire, suelo, agua), o por contacto directo con animales (3).
  • Hormonas
    Como si la resistencia a los antibióticos no fuera suficiente, las hormonas que reciben los animales también podrían representar riesgos para el medio ambiente y la salud humana.Se estima que el 80% de todo el ganado de engorda en Estados Unidos es inyectado con hormonas para acelerar su crecimiento y en el caso de las vacas lecheras, aumentar la producción de leche.El Comité Científico de la Unión Europea de medidas veterinarias relacionadas con la salud pública (SCVPH) informó que seis de las hormonas utilizadas en la producción de carne, incluyendo artificiales y naturales, pueden ser potencialmente una amenaza para la salud humana (7). El planteamiento del Comité es que existe la posibilidad de que los residuos de las hormonas en la carne puedan alterar el equilibrio hormonal en los seres humanos, lo cual podría originar  problemas crónicos de salud. Estos riesgos se basan en las consecuencias ya conocidas de los métodos agrícolas industriales, tales como la alimentación con granos a las vacas en corrales de engorda en lugar de permitir que los animales pasten.
  • El suero de leche de Isagenix
    La opción saludable son productos lácteos ecológicos, es decir aquellos que provienen de fuentes que apoyan la dieta natural y el estilo de vida de las vacas lecheras. Isagenix utiliza sólo leche de «Vacas contentas»  de granjas, donde se siguen las más altas normas de calidad.Las “Vacas contentas” son de libre pastoreo.
    Diversas investigaciones han demostrado que cuando las vacas se alimentan naturalmente de  pasto son mucho más saludables que aquellas alimentadas con granos en corrales de engorda. Además, el proceso de ordeño de las “Vacas contentas” se realiza de manera más natural y sólo de acuerdo a la temporada. Lo más importante es que a nuestras vacas lecheras no se les da ningún tipo de hormona o antibiótico para aumentar su crecimiento o producción de leche. Por si fuera poco,  Isagenix sólo utiliza proteína de suero de leche sin desnaturalizar para proteger el sabor natural de la proteína, así como su origen natural  y componentes biológicamente activos.¡Prueba la diferencia! Saborea y siente la diferencia de la proteína de máxima calidad sin desnaturalizar de Isagenix.

Referencias 

  1. Boyd, W. Making meat: science, technology, and American meat production. Technology and Culture, 2001; 42(4), 631-664.
  2. United States Food and Drug Administration. Summary report on antimicrobials sold or distributed for use in food-producing animals. 2009; Department of Health and Human Services.
  3. Graham, J. P. et al. The animal-human interface and infectious disease in industrial food animal production: Rethinking biosecurity and biocontainment. 2008; Public Health Reports, 123(3), 282-299.
  4. Verkade E, Kluytmans J. Livestock-associated Staphylococcus aureus CC398: Animal reservoirs and human infections. Infect Genet Evol 2013.
  5. Raloff, J. Hormones: Here’s the beef – environmental concerns reemerge over steroids given to livestock. 2002; Science News, 161(1).
  6. USDA, Veterinary Services, Animal and Plant Health Inspection Service. Dairy 2007 part i: Reference of dairy cattle health and management practices in the United States, 2007.
  7. European commission, Scientific Committee on Veterinary Measures Relating to Public Health. Assessment of potential risks to human health from hormone residues in bovine meat and meat products. 1999.