Hasta el momento es posible que haya aprendido lo que la vitamina D puede hacer por tus huesos, músculos, tu corazón e incluso tus telómeros (esos extremos protectores de tus cromosomas) pero, ¿está recibiendo la cantidad adecuada en la forma adecuada para estimular sus niveles de manera óptima?

La vitamina D es quizás la “vitamina” más singular y ciertamente la de mayor influencia en nuestra alimentación. Dado su campo de acción, no es sorprendente que esta vitamina no sea una vitamina en absoluto, sino que funcione más como una hormona. Los consumidores de suplementos están familiarizados con dos tipos de la vitamina D: Vitamina D2, disponible en vegetales y alimentos fortificados, y vitamina D3, la forma natural producida mediante la asociación de la piel y la luz solar, y también presente en algunos alimentos de origen animal como las yemas de huevo y el aceite de pescado.

¿Cuál estás consumiendo? ¿Importa eso? Debido a diversa información sobre su potencia, la comunidad científica ha estado en desacuerdo durante mucho tiempo en cuanto a qué tipo es mejor para llevar los niveles del flujo sanguíneo a un estado óptimo; y finalmente, se ha revelado una respuesta. Por primera vez, una revisión sistemática y un metaanálisis incluyendo 17 estudios comparativos del uso de vitamina D2 y D3 sugieren que la D3 es una de las más efectivas para elevar los niveles en la sangre de esta vitamina esencial.

Publicada en la revista médica American Journal of Clinical Nutrition, la mayoría de la evidencia considera que la vitamina D3 es superior a la D2. “Nuestros resultados favorecen el uso de suplementos con colecalciferol [D3] más que con ergocalciferol [D2], con respecto a una mejora más efectiva del nivel de vitamina D”, escribieron los investigadores.

¿Por qué existe una diferencia entre los dos tipos? Después de todo, ambos contribuyen a activar los niveles circulantes de vitamina D. Los investigadores consideran que la respuesta a esta pregunta está tornándose más clara. Ambos tipos deben atravesar una serie de conversiones en el cuerpo para tornarse “activos”. Convertirse en calcitriol, la forma activa, involucra al hígado y al riñón, algunas reacciones químicas y algo de manipulación estructural antes de que pueda ejercer un beneficio en casi cada célula del cuerpo. En simples palabras, la vitamina D2 no se convierte en calcitriol tan fácilmente como la vitamina D3. Mayores índices de conversión no sólo significan que es más efectiva, sino que también determina la extensión del período durante el cual la hormona estará presente en el organismo proporcionando sus beneficios. Dada la información disponible actualmente, la vitamina D3 parece ser la mejor opción cuando se trata de suplementos.

Debido a que la mayoría de las personas tienen deficiencia de vitamina D, la necesidad de suplementos es muy grande, es por eso que se torna absolutamente necesario obtener una cantidad adecuada de vitamina D proveniente de alimentos que la poseen naturalmente en grandes cantidades, alimentos fortificados y suplementos alimentarios.

Esta investigación enfatiza que no es necesario cambiar sus hábitos de protección contra el sol para obtener vitamina D. Debido a la exigencia de suplementos alimentarios de alta calidad, como que ofrecen más del doble del valor diario recomendado de vitamina D3.

Continúa protegiéndote del sol contando con la seguridad de saber que no necesitas poner en riesgo su piel para mejorar tu nutrición. Cuando se trata de esta hormona, la mejor defensa contra la deficiencia o un nivel insuficiente puede ser el uso intensivo de suplementos con D3.

Referencias:

Tripkovic L, Lambert H, Hart K et al. Comparison of vitamin D2 and vitamin D3 supplementation in raising serum 25-hydroxyvitamin D status: a systematic review and meta-analysis. Am J Clin Nutr 2012. doi: 10.3945/ajcn.111.031070