¿Lees minuciosamente cada etiqueta de tus alimentos en busca de los miligramos de sodio y desechas cualquiera que pueda llevarte a pasar los 1.500 miligramos? Un nuevo informe difundido por un comité de expertos del Instituto de Medicina IOM ofrece información sobre el consumo extremadamente bajo de sodio.

En el informe, el comité examina cuál es la cantidad de sodio que apoya la salud. Después de revisar los estudios disponibles, los autores concluyeron que la drástica reducción en la ingesta de sodio más allá de las directrices dietarías del gobierno -2.300 mg por día- no aporta ningún beneficio para la salud, por el contrario, puede poner en peligro la salud.

El informe ha sido recibido con júbilo y crítica. La Asociación Americana del Corazón, que recomienda no consumir más de 1.500 mg de sodio por día, sostiene su recomendación y ha expresado el temor de que la gente reciba un mensaje equivocado de que el sodio no necesita ser restringido y puedan dejar de supervisar su ingesta.

No hay duda que el promedio de los adultos en Estados Unidos consume demasiado sodio – en promedio 3.400 mg al día – lo que puede aumentar algunos factores de riesgo para la población. La mayor parte del exceso de sodio proviene de alimentos procesados. particularmente comidas rápidas. El llamado de las instituciones médicas a quitar el salero de la mesa no es malo y podría ser beneficioso para muchos, pero presionar a las personas a reducir demasiado sus niveles de sodio no es necesariamente bueno, pues el sodio es esencial para el funcionamiento óptimo del cuerpo.

«No estamos diciendo que no debemos reducir el consumo excesivo de sal», advirtió el Dr. Brian Strom, de la Universidad de Pennsylvania y quien dirigió el comité del IOM, «Si consumes debajo del sugerido de 2,300 hay una ausencia de efectos beneficiosos».

Los autores del informe se centran en las consecuencias fisiológicas de los niveles extremadamente bajos de sodio, incluyendo aumento en los niveles de triglicéridos, resistencia a la insulina y la actividad del sistema nervioso simpático, lo cual puede elevar el riesgo de enfermedades del corazón. Es importante recordar lo que el sodio hace en el cuerpo, incluyendo el equilibrio de líquidos, presión arterial, transmisión de impulsos nerviosos y permite que los músculos y el corazón se relajen.

El efecto del sodio sobre la presión arterial es lo que ha guiado las recomendaciones de su ingesta en la dieta actual- los altos niveles de sodio pueden elevar la presión arterial, mientras que la reducción de la ingesta de sal los baja. Consumir entre 1.500 y 2.300 mg no aumenta la presión arterial, expertos en salud determinaron que este es el rango ideal para la salud. Sin embargo, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que la recomendación para mantener la ingesta de sodio en 1.500 mg no se basa en una investigación que haya analizado los resultados de salud, sino que es la cantidad mínima que una persona puede consumir sin experimentar síntomas de deficiencia, siempre y cuando se coman suficientes alimentos para conservar las calorías y nutrientes básicos para sobrevivir.

Entonces, ¿qué debe hacer un consumidor consciente? Tomar este informe «como un grano de sal». Aunque el comité de la OMS señala algunos problemas de salud cuando se consumen cantidades extremadamente bajas de sodio -cantidades que serían muy difíciles de cumplir cuando se sigue una dieta occidental- no estableció nuevos lineamientos para la ingesta de sodio y su límite. Aún más, el informe no menciona los múltiples estudios que han demostrado los problemas de salud relacionados con el excesivo consumo de sodio.

La mejor apuesta por ahora es consumir alrededor de 2.300 mg al día. El punto es que no deberías comer sal sin restricciones –limita tus comidas procesadas y reduce el uso del salero en casa, además, asegúrate de comer muchas frutas y verduras ricas en potasio para equilibrar el sodio en el cuerpo –pero tampoco te obsesiones en mantener tu consumo de sal por debajo de 1.500 mg.

Un enfoque de dieta saludable que ha demostrado ayuda a disminuir la presión arterial, incluso sin la reducción de la ingesta de sodio es el plan de alimentación DASH-por sus siglas en inglés- (Enfoque Alimenticio para Detener la Hipertensión). Básicamente, el plan de alimentación DASH implica consumir una dieta baja en grasa, productos lácteos bajos en sodio, pescado, pollo y carnes magras; además de una gran cantidad de frutas, verduras y granos enteros.

Los estudios que evalúan el plan de alimentación DASH han utilizado 2.300 mg por día como una meta nutricional para el sodio y han encontrado que es eficaz para reducir la presión arterial. Es importante tener en cuenta que una meta más baja de 1.500 mg por día, en el plan de alimentación DASH,  ha demostrado reducir la presión arterial aún más en las personas con presión arterial alta; los afroamericanos y los adultos de mediana edad o mayores. Las personas con hipertensión deben discutir con su médico personal para evaluar cuál sería la ingesta de sodio adecuada para ellos.

Ya sea que esté siguiendo el plan de alimentación DASH o simplemente tratando de consumir la mejor cantidad de sodio para una salud óptima, los productos lo más seguro es que te asesores de tu profesional de la salud de confianza.

Referencias

Institute of Medicine. Sodium Intake in Populations: Assessment of Evidence. 2013.